La gran aceptación y difusión de las Redes Sociales presenta luces y sombras como cualquier hecho que tiene incidencia en el día a día de las personas.
Los pros son numerosos, las redes son formas de interacción social que suponen un intercambio abierto, dinámico y en construcción permanente que pone en contacto a personas con los mismos intereses o problemáticas de una manera horizontal y democrática.
El "lado oscuro" viene desde la inseguridad. Inseguridad debido a conceptos como la privacidad de la información que compartimos a través de estas redes y el uso fraudulento y no autorizado que se haga de ésta. Por otra parte en cuanto a la presencia de personas sin escrúpulos que puedan valerse de su invisibilidad virtual para aprovecharse de otras personas vulnerables. Esto ultimo ha tenido eco en los medios cuando se ha traducido en abusos a adolescentes, aunque esto último es solo un caso particular de peligro que entrañan no las redes sino ciertos individuos que actúan en ellas.
El debate está abierto.
Como consultor en seguridad de la información hay una buena práctica que nunca olvidamos aconsejar cuando alguien nos pregunta cómo mejorar cualitativamente la seguridad de la organización. La respuesta es sencilla y directa.Formación y concienciación. Ambas se complementan y son inseparables.
Por formación entendemos que uno debe conocer su trabajo, su entorno, sus funciones y las aplicaciones o herramientas que utiliza y segundo que solo cuando uno se conciencia de los peligros actúa con conocimiento.
Esto mismo podría ser aplicable a todos aquellos que nos hemos surmegido con entusiamo en las redes sociales. Debemos adquirir el conocimiento, ponerlo en práctica, compartilo y a la vez mantener una mirada crítica.
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